Inés Sierra - Psicóloga y Psicoterapeuta Humanista

Especializada en Trauma

Cuando sufrimos estrés nos quejamos de “la falta de tiempo” para realizar todas las tareas. Paradójicamente, cuando se trata de ganar tiempo los nervios acaban causando su pérdida.

Nuestra propia auto-exigencia condicionada por los factores sociales, anteriormente mencionados, presiona internamente para alcanzar metas en ocasiones poco realistas.

Realiza tres respiraciones diafragmáticas profundas. Visualiza tu eje central. Siente tu Yo Esencial, la esencia de ti que existía antes de tener nombre y tener conceptos como bueno o malo.

Desde tu Yo Esencial, esa dimensión compasiva que todos somos en esencia, observa esa parte de ti auto-exigente que te protege de no conseguir tus objetivos, visualízala. ¿Qué aspecto tiene? Quizás se parece a ti mism@, o a alguien que conoces, o lleva una vestimenta característica, puede que ni siquiera sea de tú mismo género.

Ahora que ya puedes verla desde tu Yo Esencial estás en disposición de relacionarte con ella. Agradécele el excelente trabajo que hace por ti recordándote las actividades del día y ayudándote a alcanzar los objetivos que te propones. Pídele con amabilidad que no sea tan insistente, que eso puede llegar a estresaros y esa no es la solución. Exprésale desde la comprensión de la función protectora que realiza por ti, qué necesitas que comprenda.

Pregúntale que teme pueda ocurrir si no es tan insistente, trata de comprenderla pues es una parte de ti que te ayuda a conseguir las metas que te propones. Aprende a relacionarte con ella.

 

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