Inés Sierra - Psicóloga y Psicoterapeuta Humanista

Especializada en Trauma

La ansiedad y el miedo son experiencias sentidas de forma diferente, aunque con frecuencia los términos se usan indistintamente.

El miedo es una emoción básica que surge ante la anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad. Tiene una función apremiante orientada a la supervivencia, a provocar que uno escape del peligro.

Gracias al miedo conservamos la vida: nos empuja a tomar las medidas convenientes como huir, atacar, neutralizar amenazas, afrontar situaciones, adaptarnos, congelarnos (situaciones traumáticas), etc.

En definitiva, el miedo es una emoción protectora, un mecanismo de defensa y supervivencia que se asegura de preservar nuestra vida por encima de todo.

La Ansiedad es una respuesta a situaciones simbólicas, psicológicas o sociales, en vez de a la presencia física inmediata de peligro (Miedo).

Hay situaciones que suelen despertar sentimientos de ansiedad leve como, cumplir plazos de entrega ajustados, obligaciones sociales importantes o conducir con mucho tránsito. Esta ansiedad leve puede ayudar a mantenernos alerta y concentrados para enfrentarnos a situaciones amenazadoras o difíciles.

Es una respuesta ante la incertidumbre que surge cuando se ve amenazada la propia sensación de integridad, de coherencia, de capacidad personal, de continuidad laboral o relacional, o la sensación de no ser agente activo en nuestra vida.

Es un motivador clave de la acción humana y de la interacción. La capacidad de experienciar ansiedad es casi sinónimo de la capacidad de planear para el futuro, y el aumento de la activación asociado con la ansiedad puede mejorar el desempeño. También puede ser vivida bajo la forma de entusiasmo, dependiendo de cómo uno ve la situación.

La ansiedad resulta debilitadora y disfuncional cuando es intensa y crónica, cuando la persona está continuamente anticipando peligros o esperando que se repitan amenazas del pasado. Genera confusión o procesos cognitivos que dominan la conciencia, más que una tendencia de acción explícita.

La ansiedad misma es sentida en el cuerpo y generalmente es percibida como malestar, y es rechazada, lo cual alimenta la propia ansiedad.

Un primer paso importante en la sanación de la ansiedad es el estado de Mindfulness en el que podemos observar la experiencia tal y como ES.

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